Publicado el 29 de mayo de 2025 por Sindicato SUMADOS

Imaginaos:
Apagón eléctrico generalizado a nivel estatal. ¿os suena? Tras toda una jornada incomunicados e infructuosas gestiones, un grupo de empleados se ven obligados a forzar la puerta de acceso al párking de su centro de trabajo para rescatar sus vehículos, al no tener más alternativa. Dos semanas después la empresa les notifica su intención de imponerles una sanción por considerar que han incurrido en una falta muy grave, obviando totalmente la excepcionalidad de las circunstancias.
Esto es solo un ejemplo de los vientos que corren en los últimos tiempos en la empresa, que ha puesto en marcha el ventilador de la intimidación, mediante el mal uso y abuso del régimen disciplinario recogido en nuestro convenio colectivo (cap.XV, secc.3ª).
Desde SUMADOS creemos que la aplicación de esta normativa en la que la empresa se ampara para imponer expedientes disciplinarios, con argumentaciones arbitrarias, ignora premeditadamente cualquier negociación previa con la Representación Social.
Las organizaciones sindicales tenemos un papel clave en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras. La empresa lo sabe y debería estar abierta a dialogar y negociar siempre, antes de plantear cualquier expediente a un empleado/a.
Y otra cuestión no menos importante, ¿no debería dársele una vuelta al régimen sancionador que hay en vigor? Actualmente la empresa tiene la potestad de decidir la imposición de sanciones de forma unilateral y por mucho pliego de descargos que se le argumente a favor de la persona trabajadora, en muy pocas ocasiones termina modificando su propuesta inicial de sanción.
Eso no es negociar.
Apagón eléctrico generalizado a nivel estatal. ¿os suena? Tras toda una jornada incomunicados e infructuosas gestiones, un grupo de empleados se ven obligados a forzar la puerta de acceso al párking de su centro de trabajo para rescatar sus vehículos, al no tener más alternativa. Dos semanas después la empresa les notifica su intención de imponerles una sanción por considerar que han incurrido en una falta muy grave, obviando totalmente la excepcionalidad de las circunstancias.
Esto es solo un ejemplo de los vientos que corren en los últimos tiempos en la empresa, que ha puesto en marcha el ventilador de la intimidación, mediante el mal uso y abuso del régimen disciplinario recogido en nuestro convenio colectivo (cap.XV, secc.3ª).
Desde SUMADOS creemos que la aplicación de esta normativa en la que la empresa se ampara para imponer expedientes disciplinarios, con argumentaciones arbitrarias, ignora premeditadamente cualquier negociación previa con la Representación Social.
Las organizaciones sindicales tenemos un papel clave en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras. La empresa lo sabe y debería estar abierta a dialogar y negociar siempre, antes de plantear cualquier expediente a un empleado/a.
Y otra cuestión no menos importante, ¿no debería dársele una vuelta al régimen sancionador que hay en vigor? Actualmente la empresa tiene la potestad de decidir la imposición de sanciones de forma unilateral y por mucho pliego de descargos que se le argumente a favor de la persona trabajadora, en muy pocas ocasiones termina modificando su propuesta inicial de sanción.
Eso no es negociar.