Publicado el 27 de diciembre de 2021 por Sindicato SUMADOS
Finalizado el teatro de las negociaciones
del Plan Social de Empleo, el PSI y, de propina, la prórroga del II CEV, NOS ENCONTRAMOS CON LA REALIDAD
de lo que hace días se nos venía adelantando a través de medios de información digitales que, sin ser los oficiales, han demostrado tener canal directo con la empresa y sus sindicatos.
Así nos hemos ido enterando, incluso antes de que UGT y CCOO emitieran sus tradicionales comunicados conjuntos (en los que plasmaban su buena sintonía) del tira y afloja, al menos en apariencia, con la empresa. Y es que ésta ha puesto veto POR PRIMERA VEZ a ciertas Direcciones consideradas estratégicas, a la hora de acogerse al Plan de Suspensión Individual, además de limitar el porcentaje de plantilla que permitirán que pueda suscribirlo. Primer escollo que según los propios sindicatos “negociadores” suponía traspasar una línea roja que no estaban dispuestos a asumir por acabar con la universalidad de anteriores ediciones.
La segunda sorpresa: la empresa anunciaba que penalizará a quienes no se hubieran acogido a PSI’s anteriores, teniendo la edad para hacerlo, dándoles un porcentaje inferior al 68% que se llevarán los nacidos en el 67, (primero ofreció un 60% y luego fue incrementando a medida que se sucedían las representaciones, perdón… quisimos decir las reuniones, hasta el definitivo 65%). Otro condicionante que nos decían tampoco iban a admitir, porque suponía discriminar a un determinado colectivo, pero con el que también HAN TRAGADO.
Y, por último, la tercera estocada: la oferta de incremento de un misérrimo 1’5% en masa salarial, para prorrogar nuevamente el II Convenio de Empresas Vinculadas hasta diciembre de 2023, cuando el IPC acumulado del último año supera ya el 5%. Y que los sindicatos notariales han firmado sin pestañear porque dicen que el acuerdo nos asegurará que no tendremos pérdida de poder adquisitivo.
Y ESTO ES LO QUE TENEMOS UNA VEZ ACABADA LA FUNCIÓN. Eso sí, parece que la negociación ha dejado algún que otro cadáver por el camino, en forma de dimisión, como ha sido el caso del secretario general de CCOO en Telefónica, que ha renunciado a su cargo en mitad de las representaciones , aduciendo “motivos personales”, pero que a nadie se le escapa está directamente relacionado con divisiones internas de esa organización sobre las condiciones a la baja firmadas.
Así las cosas, parece que LAS LÍNEAS ROJAS de las que siempre nos habían hablado debían ser solo naranjas, a lo sumo, y desde luego NO ERAN INFRANQUEABLES. De otro modo no se entiende que quienes dicen velar por nuestros intereses hayan aceptado un acuerdo marcado por el empeoramiento de la retribución económica y la ELIMINACIÓN DE LA UNIVERSALIDAD en los PSI’s.
Así nos hemos ido enterando, incluso antes de que UGT y CCOO emitieran sus tradicionales comunicados conjuntos (en los que plasmaban su buena sintonía) del tira y afloja, al menos en apariencia, con la empresa. Y es que ésta ha puesto veto POR PRIMERA VEZ a ciertas Direcciones consideradas estratégicas, a la hora de acogerse al Plan de Suspensión Individual, además de limitar el porcentaje de plantilla que permitirán que pueda suscribirlo. Primer escollo que según los propios sindicatos “negociadores” suponía traspasar una línea roja que no estaban dispuestos a asumir por acabar con la universalidad de anteriores ediciones.
La segunda sorpresa: la empresa anunciaba que penalizará a quienes no se hubieran acogido a PSI’s anteriores, teniendo la edad para hacerlo, dándoles un porcentaje inferior al 68% que se llevarán los nacidos en el 67, (primero ofreció un 60% y luego fue incrementando a medida que se sucedían las representaciones, perdón… quisimos decir las reuniones, hasta el definitivo 65%). Otro condicionante que nos decían tampoco iban a admitir, porque suponía discriminar a un determinado colectivo, pero con el que también HAN TRAGADO.
Y, por último, la tercera estocada: la oferta de incremento de un misérrimo 1’5% en masa salarial, para prorrogar nuevamente el II Convenio de Empresas Vinculadas hasta diciembre de 2023, cuando el IPC acumulado del último año supera ya el 5%. Y que los sindicatos notariales han firmado sin pestañear porque dicen que el acuerdo nos asegurará que no tendremos pérdida de poder adquisitivo.
Y ESTO ES LO QUE TENEMOS UNA VEZ ACABADA LA FUNCIÓN. Eso sí, parece que la negociación ha dejado algún que otro cadáver por el camino, en forma de dimisión, como ha sido el caso del secretario general de CCOO en Telefónica, que ha renunciado a su cargo en mitad de las representaciones , aduciendo “motivos personales”, pero que a nadie se le escapa está directamente relacionado con divisiones internas de esa organización sobre las condiciones a la baja firmadas.
Así las cosas, parece que LAS LÍNEAS ROJAS de las que siempre nos habían hablado debían ser solo naranjas, a lo sumo, y desde luego NO ERAN INFRANQUEABLES. De otro modo no se entiende que quienes dicen velar por nuestros intereses hayan aceptado un acuerdo marcado por el empeoramiento de la retribución económica y la ELIMINACIÓN DE LA UNIVERSALIDAD en los PSI’s.
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